martes, 31 de diciembre de 2019

James Blake - James Blake (2011)

El álbum debut de James Blake, artista pop británico que a lo largo de su carrera ha mezclado influencias de la electrónica con el ya mencionado Pop y el R&B característico de nuestra década fortaleciendo su sonido a través de toda su carrera.
En esta oportunidad, en el comienzo de su carrera, James Blake opta por mostrarse al mundo con su debut oficial de una entrañable forma, la elaboración de la canción Pop futurista y desolada, fría e innovadora aunque estos muchas veces, han de ser adjetivos que quizás agranda un poco lo que es un trabajo que prometió más de lo que me cumplió en lo personal. James Blake lanzó su álbum debut el 7 de Febrero de 2011.

Art Pop, Alternative R&B, Future Garage, Electronic
Republic Records

Mi Calificación: 3 / 5 Estrellas
Mejores Canciones: The Wilhem Scream, Lindisfarne II, I Mind, Limit to Your Love


A comienzos de la década, James trabajo mucho más con el sonido más puramente electrónico que este en cuestión, estoy hablando del Dubstep. Este álbum si bien presenta alguna impronta y rastros del lejos Dubstep de los primeros días de Blake como artista, el sonido ha evolucionado a una cuestión mucho mejor armada y ambiciosa pero con grandes flaquezas aún. Este álbum es una muestra de poder grande pero no se si tanto del artista sino de las gran afinación entre el Pop y la electrónica. A pesar de que Blake es un artista aclamado y popular dentro del circuito de los mismos géneros, no ha hecho aquí un álbum que marque un antes y un después pero si que siento que esto fue una gran participación dentro del Art Pop.
El álbum comienza con Unluck, me ha sorprendido el agradable golpe suave electrónico que yace en el y esto ya refleja gran parte del sonido electrónico que encontraremos a lo largo del álbum.
The Wilhem Scream y Lindisfarne son los puntos más activos y más altos en el álbum entero. The Wilhem Scream es la balada perfecta para Blake en este periodo, en donde el artista dice no entender sus sueños y el amor, algo confuso pero armado dentro de una de las mejores canciones del artista. En rasgos generales, las canciones son todas algo entrañable y no tan directas, es decir, yace en cada una algo de sentimentalismo agridulce que colabora con el paisaje surrealista electrónico.
I Never Learnt To Share es el clímax estruendoso del álbum en donde, con una canción de solo dos oraciones basada en la instrumentación en crescendo de la misma, una de las características más destacadas de la ambientación del álbum.
Puede que como detalle a Blake se tratase de un álbum muy destacado pero sin embargo, a pesar de lo bueno que puede resultar este, es un álbum que se desluce por lo denso que puede convertirse por momentos en donde uno espera que cada canción deslumbre pero sigue con la misma cordura. El relato lento y algo aburrido de este trabajo me ha dejado con ganas de más pero dejándome en claro de lo que es capaz James Blake.

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