Blackwater Park es el quinto álbum de estudio de la banda sueca de Metal Progresivo, Opeth. Lanzado el 12 de Marzo de 2001, Blackwater es el punto cúlmine y el clímax de la banda gracias al nivel y destreza de todos sus integrantes que han de ser en ese momento, Åkerfeldt, como siempre a cargo de la voz, Peter Lindgren en guitarra, el uruguayo Martín Méndez en el bajo y Martín López en la batería. En muchos trabajos, quizás no es primordial detallar esto pero, al ser Opeth, una agrupación musical con tantos cambios, es esencial destacar quién se encontró a cargo del mejor trabajo que ha hecho.
Banda sueca que formó su base musical gracias a la influencia alternativa y
folk, Opeth llega al equilibrio perfecto entre el sonido progresivo, el
melódico y la influencia death, con un gran aporte del productor a cargo,
Steven Wilson, frontman de la banda de Rock Progresivo, Porcupine Tree.
Productor que aceptó en un periquete luego de escuchar una maqueta, trabajar
con la banda de Escandinavia y ponerse la banda al hombro con la decisión de
querer elaborar un clásico atemporal para el género.
Progressive Metal
Koch Records
Mi calificación: 4,5 / 5 Estrellas
Mejores canciones: The Leper Affinity,
Harvest, The Drapery Falls,
Dirge for November, Blackwater
Park.
Indudablemente aquí, perfeccionaron una idea que venían formulando en Still Life (1999), su anterior trabajo. Aún así, esto no se acerca para nada a este último acercamiento al estudio. Blackwater Park fue, es y será, una de las muestras más propicias e impactantes de la música voluntariamente progresiva, es decir, desde el minuto cero, todo este armonioso bullicio entre riffs melancólicos, percusiones alternas y pedales pretenciosos en conjunto con una hermosa poesía oscura y pesimista, han de lograr uno de los pocos hitos melódicos y sensibles en la historia del Metal. El jardín oscuro ha de ser digno de un clásico atemporal.
Si bien Steven
Wilson afinó y casi perfeccionó las voces y la atmósfera del trabajo, el
vocalista Mikael Åkerfeldt, se encontraba en su plenitud como cantante versátil y dinámico, en donde dominaba autoritariamente la voz melódica con la contraparte gutural mas que en cualquier otro trabajo de la banda. Mostrando su convincente y conmovedora parte melódica en las intros de The Drapery Falls y Dirge for November, refleja por primera vez tan fácilmente, la habilidad vocal que tiene. Ambas canciones han de ser el núcleo del mejor trabajo de su carrera. Dos aportes literarios en los que el cantante cita el tratamiento con la soledad, la superación y la depresión. Aquí hay de todo, un imponente solo que rompe la primera canción y convierte al frontman en un demonio gutural y una segunda canción que después del primer verso, es roto por un clímax inigualable y desolador, siendo quizás, el momento musical de la banda por excelencia. Momento profundo en el cual se deja ver la pretensión musical progresiva de la banda sin ser esta forzada ni sobreactuada, un momento muy importante en el ámbito alternativo.
Por último, desinteresadamente, Blackwater Park transmite una belleza oculta. Alguien que transcurre momento difíciles equivalentes al relato del álbum, podrá recibir una perspectiva conmovedora profunda y aquel oyente que se encuentre en otro plano, recibirá una hora de la mejor manera en como plasmar el ser humano e introspectivo gracias a esta grata sinfonía. El último tema, valga la redundancia, hace una cita tácita a las injusticia de la vida social que se producen en el sistema en el que estamos inmersos. Hasta se dieron el lujo de darse una pizca política. Blackwater Park ha de tener los mejores momentos melódicos y progresivos dentro del Metal, influyente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario