miércoles, 17 de mayo de 2023

Slowdive - Just for a Day (1991)

Just for a Day es el álbum debut de la banda Slowdive oriunda de Reading, Inglaterra. Lanzado el 2 de septiembre de 1991, constituye el primer álbum de estudio de una de las agrupaciones musicales más revolucionarias en la historia de la música contemporánea como lo fueron estos jóvenes británicos. Destacados por ser una de las bandas pioneras del movimiento Shoegaze, bastante candente en esa época, se jactan de ser por mucho la banda que mas aporto al género gracias a sus técnicas de composición, uso de pedales y diferencias comparativas más completas frente a otras bandas y más que nada a My Bloody Valentine que quizás, fue la más reconocida en este ámbito. Aclarado esto, dicho movimiento explotaría dicho año gracias a distintos lanzamientos, aportando Just for a Day así, su grano de arena.

Dream Pop, Shoegaze

Cherry Red

Mejores Canciones: Celia's Dream, Catch the Breeze, Brighter, The Sadman, Primal.

Mi Calificación: 4 / 5 Estrellas. 



El ámbito de la crítica musical, desde el primer lanzamiento catalogado como Shoegaze, tendió a minimizar y tratar de modo despectivo a los autores de dicho genero, y Just for a Day no sería la excepción. Definido como un trabajo básico, sin destellos y vacío, en primera instancia fue un álbum ninguneado, pero el tiempo da la razón. Este trabajo no se jacta de ser justamente el mejor producido del año, ni la década ni menos de tener una producción trascendental, pero aun así demostró un gran poder ante aquellos que no lo quisieron ver. Producido por Chris Hufford, productor que luego produciría el segundo álbum de la banda, el mítico Souvlaki (1993), las canciones no son ni complejas ni básicas. Obteniendo influencias de My Bloody Valentine y Cocteau Twins, cada canción tiene un arreglo meloso, profundo, delicado y bello. Imponiendo este punto de vista, en realidad, una de las cosas más importantes aquí, fue el buen trabajo labrado por el productor.

 

Acompañando estos grandes arreglos, tenemos al cantante Neil Halstead como el único escritor de las hermosas letras que lo componen. Neil, desde los primeros tres EP previos a este lanzamiento, mostró una gran habilidad por hacer llegar la tristeza, el amor, la añoranza, el deseo y la sensualidad a los oyentes de manera muy fresca. Ninguna canción es lo excesivamente larga y deja observar a un autor dramático, pasional y hasta surrealista. Con la canción de la intro, Spanish Air, el trabajo comienza siendo un poco deprimente sin oprimir ni inundar la idea pesimista del mismo. Donde se luce realmente, y por mucho, es en la mejor canción del Just for a Day, Catch the Breeze, que es donde realmente podemos ver que a futuro, en todos los sentidos en cuanto a la canción describo, el quinteto de Reading estaba dispuesto a crear una obra maestra.

 

Mezclando ideas algo tristes con ambientación melosa y sorprendente, el álbum en cuestión desmiente las primeras críticas. Celia’s Dream muestra el gran impacto sonoro y la gran habilidad que tenían estos jóvenes con las pedaleras, dando así, un cuerpo impactante a la pista sobre el final. Erik’s Song, parte el viaje psicodélico de estos jóvenes por la mitad, siendo la pista un instrumental tenue en donde se muestra el sonido real del Shoegaze. Esta pista en sí, no tiene gran significado, pero hablando a nivel estructural del álbum, sea a propósito o no, lo divide en dos partes diferentes.

 

La parte final tenemos canciones con una calidad similar en cuanto a letras pero con un cambio estructural que manejan, por lo menos, las dos siguientes menos Primal que cierra el álbum. Me estoy refiriendo a que estas canciones son más melódicas y menos atmosféricas, reduciendo el uso de pedales y dando más lugar a la voz de manera positiva.

 

Pareciera ser un álbum básico, pero no lo es, pareciera ser un proyecto inmaduro, juvenil y embrionario, pero tampoco lo es. Just for a Day fue el primer trabajo con una discográfica de parte de unos jóvenes que, gracias a su pasión y su amor, supieron conformar una playlist impactante, sensual, intima y chocante. El manejo de los pedales junto a varios momentos líricamente preciosos, conformaron el primer éxito de Slowdive. Halstead, manteniendo este nivel de misticismo romántico, podría ser poeta.

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